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ToggleEl desafío de los líderes
Intentar cambiar el comportamiento de alguien en el ámbito laboral puede ser extremadamente frustrante. Con frecuencia, estos esfuerzos provocan un resultado opuesto al deseado, como fracturar la relación o disminuir el rendimiento laboral. Además, se ha encontrado que hay enfoques que tienen mejores resultados que otros. Una investigación revisó un conjunto de datos de 2852 informes directos de 559 líderes. En ellos se calificó a los directivos según 49 comportamientos y también se les evaluó en cuanto a su eficacia para gestionar el cambio, específicamente, su capacidad para influir en los demás, lo cual es una de las aptitudes de un líder necesarias para que avancen en la dirección en la que la empresa necesita.
Posteriormente, el estudio analizó a aquellos que tenían las puntuaciones más altas y más bajas en cuanto a su capacidad para liderar el cambio y sus resultados fueron comparados con los otros comportamientos que examinó el estudio.
Los investigadores descubrieron que algunos comportamientos eran menos útiles para promover el cambio en los demás. Se identificaron dos que tuvieron poco o ningún impacto, y esto proporcionó una visión útil sobre las fallas de liderazgo en las empresas:
- Ser agradable. Por desgracia, la “buena gente” no es la que gana el juego del cambio. Si lo único que se necesitara para implementar un cambio fuera establecer relaciones cálidas y positivas con los demás, esto sería indispensable. Pero ese no es el caso.
- Brindar sugerencias y consejos incesantes. Por lo general este comportamiento termina siendo molesto. La mayoría lo considerará incómodo y solo va a irritar a los receptores en lugar de producir un cambio positivo. Este es el primer enfoque que muchos tienden a adoptar, a pesar de su poco éxito.
Una vez descartados estos aspectos, se analizaron aquellas aptitudes de un líder que tienen una estrecha correlación con una capacidad excepcional para impulsar el cambio.
Las 7 mejores aptitudes de un líder de verdad
A continuación describimos 7 aptitudes de un líder eficaces que los líderes o personas en puestos de liderazgo pueden adoptar para inducir el cambio en orden de más a menos importante:
1. Inspirar a los demás
Hay dos enfoques comunes que la mayoría de nosotros adoptamos por defecto cuando intentamos motivar a otros a cambiar. En términos generales, podríamos etiquetarlos como “Jalar” e “Impulsar”.
Algunas personas impulsan a otras de manera intuitiva, diciéndoles enérgicamente que necesitan cambiar, se lo recuerdan con frecuencia y, en ocasiones les advierten sobre las consecuencias de no implementar un cambio. Este es el clásico enfoque de “la palmada en la espalda” para motivar el cambio. Ya se ha identificado que el enfoque tradicional de “impulsar” no conduce a resultados tan positivos.
Su contraparte es la estrategia de “jalar”, que se puede emplear de varias maneras. Esto incluye trabajar con la persona para establecer un objetivo aspiracional, explorar vías alternativas para alcanzar un objetivo y tomar en cuenta su opinión sobre los mejores métodos para utilizar en el futuro.
Este enfoque funciona mejor cuando se identifica desde el inicio lo que la otra persona quiere lograr y se establece un vínculo entre ese objetivo y el cambio propuesto. Los líderes inspiradores comprenden la necesidad de establecer una conexión emocional con sus colegas y buscan provocar una sensación de voluntad en lugar de una a base de miedo.
Otro enfoque en muchas situaciones laborales es establecer una conexión racional y convincente con la persona en la que expliquemos la lógica del cambio que queremos que realicen. Estos enfoques son la base en la cual se van a construir las mejores aptitudes de un líder para poder llevar y gestionar el éxito de una organización.
2. Notar problemas
Muchos de los consejos de gestión se centran en la necesidad de que las personas aprendan a resolver mejor sus problemas; pero hay un paso importante que se encuentra incluso antes. Se trata de la capacidad de reconocer esas situaciones problemáticas para poder identificar las áreas en las que se necesita un cambio y anticipar posibles desafíos.
Por ejemplo, en una empresa era común escuchar que el equipo era elogiado por sus heroicas habilidades de gestión de crisis, es decir, rescatar proyectos al borde del fracaso o hacer llegar un producto retrasado a un cliente justo a tiempo.
Un nuevo director reconoció este patrón como un problema grave, fue muy hábil para identificarlo correctamente no como una señal de un gran trabajo, sino como síntoma de que otro proceso estaba fallando.
3. Proporcionar un objetivo claro
Las iniciativas de cambio funcionan mejor cuando la vista de todos se encuentra fija hacia un mismo objetivo. Por lo tanto, las discusiones más productivas sobre cualquier cambio propuesto son las que comienzan con la estrategia a la que beneficiarán. Este es un enfoque muy importante para las aptitudes de un líder que desea realizar un cambio radical positivo en las organizaciones.
4. Desafiar procesos convencionales
Con frecuencia, los esfuerzos de cambio exitosos requieren de que los líderes desafíen los enfoques convencionales y encuentren formas de maniobrar en torno a antiguas prácticas y políticas, incluso aquellas que parecen intocables.
Los líderes que destacan por impulsar el cambio son aquellos que desafían incluso esas reglas que parecen talladas en piedra.
5. Confía en tu buen juicio
Se trata tanto de mejorar tu criterio y sentido común como de mejorar la percepción que tienen los demás al respecto. Contar con buenas aptitudes de un líder lleva a una toma de decisiones cuidadosas y solo lo hacen tras recopilar datos de múltiples fuentes y de pedir la opinión de aquellas personas que saben que tienen puntos de vista distintos.
Reconocen que pedir el consejo de otros es prueba de su confianza y fortaleza, y no un signo de debilidad. Gracias a su capacidad para generar confianza en las decisiones que toman, se eleva su capacidad para gestionar el cambio. Si los demás no confían en tu buen juicio, será difícil conseguir que hagan los cambios que quieres que hagan.
6. Atreverse
Tal como dijo Aristóteles: “Nunca harás nada en este mundo sin valentía. Es la mayor cualidad de la mente después del honor”.
De hecho, como líder, cada iniciativa que impulsas, cada nueva contratación, cada cambio que implementas, cada nueva idea de producto que propones, cada reorganización que realizas, cada discurso que pronuncias, cada conversación en la que haces comentarios difíciles y cada inversión en un nuevo el equipo requiere coraje. La valentía es necesaria en muchos ámbitos.
A veces escuchamos personas que dicen “no me siento cómodo haciendo eso”, y de acuerdo con lo observado, la realidad es que gran parte de lo que hacen los líderes o ejecutivos en posiciones de liderazgo, y en especial sus esfuerzos de cambio, exige de voluntad para sentirse constantemente incómodos.
7. Hacer del cambio una prioridad máxima
Una de las leyes de la termodinámica de Newton era que un cuerpo en reposo tiende a permanecer en reposo. Reducir la velocidad, detenerse y permanecer en reposo no requiere esfuerzo. Esto es algo natural. Muchos esfuerzos de cambio no son exitosos porque se convierten en una prioridad entre otras cien.
Para que un esfuerzo de cambio tenga éxito tiene que convertirse en la prioridad más importante. Los líderes que lo hacen se centran diariamente en esforzarse por impulsar el cambio, monitorean su progreso con atención y animan a los demás a trabajar en ello.
Convertirse en un líder facilitador del cambio beneficiará a todos los aspectos de tu vida, tanto en casa como en los negocios, incluso a nivel personal.